mando llaves

 

(Este es un caso real, pero hemos cambiado los nombres para que no pueda identificarse al protagonista)

Antonio vive en una comunidad donde hay garaje y tiene dos plazas: una para el automóvil turismo familiar y otra donde aloja desde hace menos de un mes, una flamante moto nueva.

La moto va estupendamente para ir al trabajo, es pequeña, rápida y no hay que buscar aparcamiento como si fuera un coche.

Para entrar y salir del garaje comunitario utiliza un mando a distancia tradicional que abre el portón. Antonio se guarda el mando en el bolsillo de la chaqueta cuando sale con la moto. Pero ¡ay! ayer perdió el mando. ¿Cómo pudo pasar? Antonio cree que fue al metérselo en la chaqueta, que el mando no entró completamente en el bolsillo y se cayó.

La pregunta ahora es: ¿Dónde se cayó el mando: en la puerta del garaje o en otro sitio?

Antonio no lo sabe, desconoce dónde se le cayó. Sin embargo la diferencia del lugar es crucial: si se cayó el mando en la puerta del garaje cualquiera que pasara por allí podría suponer que el mando correspondía a la puerta. No tendría más que darle al botón y probar. En este caso, la comunidad tiene un problema de seguridad.

También puede ser que se le cayera en otro lugar, lejos de la puerta, donde alguien que se lo encuentre no pueda relacionarlo con la puerta. En este caso no hay problema, olvidamos el asunto y listo.

¿Qué puede hacer ahora Antonio? Bueno, tiene dos opciones:

  1. Le comunica a sus vecinos que ha perdido el mando. Toda la comunidad se deshace del mando actual, se recodifica el sistema de apertura y se hace un nuevo mando para cada vecino (en la comunidad donde vive Antonio hay 30 viviendas, lo que supone unos 60 mandos nuevos). O...
  2. Espera que se le haya caído el mando lejos, se calla y utiliza el mando de su mujer para hacer un clon.(Porque un mando a distancia se copia fácilmente).

 

¿Qué crees que ha hecho? ¿Qué harías tú? ¿Qué crees que hace la mayoría de la gente cuando pierde su mando: lo dice a la comunidad o se calla?

No sabemos qué harías tú, pero Antonio ha optado por la segunda opción: esperar que no pase nada.

Esta opción es la más cómoda para el que pierde el mando y muy probablemente sea la más común; pero esperar que no pase nada no es una medida de seguridad muy buena que digamos ¿no te parece?

 


 

Con nuestro sistema para abrir puertas, no ocurren estos problemas. Abres con tu teléfono móvil, no con un mando a distancia. Y sí, un teléfono también lo puedes perder, pero das de baja ese dispositivo desde tu ordenador y ya no puede utilizarse para abrir la puerta, sin molestar al resto de usuarios.

¿Cuánto cuesta, cómo funciona? Echa un vistazo a nuestra sección de preguntas.