Cuando a la gente le contamos que tenemos un sistema para abrir puertas con el teléfono móvil, un sistema que reemplaza al mando a distancia tradicional y que tiene muchas ventajas, en ocasiones nos manifiestan sus reservas en cuanto a la seguridad del sistema. “¿Es seguro?”.
Es absolutamente comprensible esta preocupación pero vamos a ser serios: si estás usando un mando a distancia, no es la seguridad lo que te preocupa, porque el mando a distancia no es seguro en absoluto. Al menos, si utilizas un mando a distancia convencional.
Un mando a distancia emite en una frecuencia de radio concreta. Actualmente, las más utilizadas son 433,92 Mhz y 868 Mhz. A través de estas frecuencias, el mando emite un código que debe coincidir con un código que tiene el receptor. Cuando éste recibe el código correcto, abre la puerta.
Según los expertos, existen dos tipos de mandos en función del código que emiten: de código fijo o de código cambiante. Como su nombre indica, los primeros emiten siempre el mismo código y los segundos lo van cambiando en cada pulsación.
La información se puede encontrar en cualquier parte, en este caso concreto la hemos sacado de:
https://blog.joma-automatismos.es/mandos-para-puertas-de-garaje-de-que-va-todo-este-lio/
Citando a esta web, “Actualmente la gran mayoría de mandos se copian. Los mandos de código fijo no suelen dar problemas al copiarlos pero los de código cambiante depende el modelo y la marca y la manera de funcionar de cada uno pueden copiarse bien o pueden dar problemas.
Normalmente cuando una máquina de copias hace una copia de un mando de código cambiante es necesario dar de alta ese nuevo mando en el receptor, si es tu casa particular bien pero si estas en una comunidad lo mas probable es que no te dejen tocar el receptor.”
El caso es que si alguien no autorizado se hace con un mando, es fácil de averiguar cual es el código que emite, y una vez conocido el código, la seguridad de la puerta es nula.
¿Que cómo va alguien no autorizado a hacerse con un mando para sacarle el código? Si el mando te pertenece a tí y no hay copias, de acuerdo, el código está a salvo. A menos que lo pierdas, claro, en cuyo caso tendrás que cambiar el receptor porque ya nunca estarás seguro de en qué manos ha caído.
Pero ¿qué pasa en una comunidad donde hay decenas de propietarios, cada uno con su mando? ¿Quién controla tanto mando? Si alguien pierde un mando debe avisar al resto de propietarios y cambiar el código del receptor y todos los mandos ¿cuántas veces te ha pasado esto? Apuesto a que nunca. Si alguien pierde el mando, se lo calla y se hace una copia.
De hecho, los ladrones de trasteros no necesitan ni siquiera tener un mando para copiar el código. Tienen varios mandos, que emiten varios códigos y montados en una moto, van circulando y probando todos los mandos. No es difícil que algún trastero responda. Y ahí se acaba la seguridad.
Resumiendo: si te preocupa la seguridad, un mando a distancia NO es la solución.
Alternativa: abre la puerta con tu móvil, con nuestro sistema.
Nuestro sistema no opera por radiofrecuencia, no emite ningún código y no hay comunicación directa entre el teléfono móvil y el sistema que abre la puerta. Funciona a través de internet, de una página web alojada en un servidor que está muy lejos. A esta web nosotros le llamamos llave-web. Si alguien ve la llave-web, no la podrá copiar porque son caracteres ilegibles, como por ejemplo:
arcologia.es/panel/llavesweb/volo10x03p5her0v/xf0l4mbdkwqntrxvl/xf0l4mbdkwqntrxvl.html
Cada usuario del sistema puede tener una llave-web distinta.
Si pierdes el teléfono móvil y no lo tenías bloqueado, no hay problema. Entras en tu panel de control, borras la llave-web y creas otra totalmente distinta. El resto de usuarios no sufre ninguna molestia, porque no tiene que cambiar nada, ni hay que acceder al sistema.
También desde tu panel de control, ves los registros de apertura de la puerta, con fecha y hora.
¿De verdad no ves que nuestro sistema es mucho más seguro que un mando a distancia? Y mucho más cómodo, el móvil lo llevas siempre encima.
Olvídate del mando. Pregúntanos sin compromiso.